
El lifting facial es uno de los procedimientos más efectivos para rejuvenecer el rostro y redefinir los contornos faciales, pero todavía existen muchos mitos sobre quién puede realizárselo.
Una de las dudas más frecuentes es si esta cirugía está reservada únicamente para personas mayores. La realidad es que la edad no es el factor determinante para decidir si alguien es candidato o no.
Más que una cuestión de años, el lifting facial se indica según el estado del rostro y la estructura de los tejidos. Factores como la genética, la exposición solar, el tabaquismo, el estrés, la alimentación y los hábitos de cuidado de la piel influyen directamente en la velocidad con la que envejecemos.
Hay personas que conservan una piel firme y elástica a los 60 años, y otras que comienzan a notar flacidez facial y pérdida de definición en la mandíbula a los 40. Por eso, la edad cronológica no define la necesidad de un lifting, sino la condición real de la piel y el grado de envejecimiento facial.
En algunos casos, realizar un lifting facial antes de que la flacidez sea avanzada puede ofrecer resultados más naturales y duraderos.
Cuando la piel todavía conserva algo de elasticidad, podemos reposicionar los tejidos con mayor precisión y lograr un resultado más armonioso. Un lifting más temprano:
Por eso, esperar demasiado puede no ser lo ideal. Actuar antes permite preservar la estructura facial y prolongar la juventud de la piel de forma más sutil.
Una de las grandes ventajas del lifting facial moderno es que puede complementarse con otras cirugías faciales para lograr un rejuvenecimiento integral.
Dependiendo de las necesidades de cada paciente, el cirujano puede recomendar combinarlo con:
Estas combinaciones permiten rejuvenecer el rostro de manera global, manteniendo un resultado natural y equilibrado entre las diferentes zonas.
Durante la valoración médica, el cirujano analiza distintos aspectos para definir si un lifting es la mejor opción:
Lejos de los resultados tensos o artificiales del pasado, el lifting actual busca restaurar la armonía del rostro sin alterar la expresión natural. Las técnicas modernas permiten trabajar en planos profundos, reposicionando los músculos y el tejido facial en lugar de solo estirar la piel.
El resultado es un rostro más fresco, definido y rejuvenecido, sin perder la naturalidad ni las características propias de cada paciente.
El lifting facial no es exclusivo para personas mayores. La decisión de realizarlo debe basarse en la evaluación médica, la calidad de la piel y los objetivos individuales, no en la edad.
Cada rostro envejece a un ritmo diferente, y la mejor forma de saber qué opción es ideal para ti es a través de una valoración personalizada. Si estás considerando un lifting o deseas conocer qué tratamientos podrían ayudarte a rejuvenecer tu rostro de manera natural, te espero en mi consultorio en Bogotá para una valoración.

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